sábado, 18 de abril de 2009

Días

Los días pasan y no nos extraña
como sombras bajo las parras
piedras del castillo en la velada
el umbral del atardecer en la montaña
y por que no como mujeres en mi cama.

Los días pasan y uno ingrato
se sientan en sus arrebatos
ellos no comentan la tristeza
pero la dejan caer en relatos.

Desaparecen con nudos,
en sus gargantas de media tarde

Nace el deseo de ser brisa
de canto esperado en la orilla
quiero mis manos en cada extremo del horizonte
para refrescar la codicia en el mar
pupilas disfrazadas de bienvenida
el miedo dejarlo en el alba atrás.

No he sido inmenso
pero si astral.

Oh mi días
les he traído las odas de las hojas
el recuerdo de las plumas delatoras
de aquel verso ahogado en la fuente con sus reflejos
y mi voz maltrecha por el silencio.

Sin querer, hoy soy mensajero
con un manto verde en mi pecho
proveniente del tacto de los bosques sobre sus vientres
les traigo la pena desde un rincón ignorado
desparramada por mi torpeza
en el lomo de un pájaro migrador
como también mis huesos
de cancer atiborrados

Oh poetas que han tomado sus maletas
ahora sus narices son brújulas hacia el mar
hoy pido la luz de sus cuerpos luminosos
el contemple de sus ojos delirantes
sobre la inmensidad de sus hombros.


Quiero mentirme y ser el día